El régimen cubano permitirá a los estudiantes comprar más gigabytes (GB) en Moneda Nacional en un intento por aplacar las críticas ante las nuevas tarifas impuestas por el monopolio estatal de las telecomunicaciones, ETECSA, a finales de la semana pasada.
Cubanos consideran que la medida es una vieja estrategia utilizada por La Habana que no resuelve el problema y alivia solo a un sector, al tiempo que lo controla ofreciéndole un circuito cerrado de información vigilado por el propio régimen.
El 30 de mayo, ETECSA limitó la compra de GB mensuales por un precio de 360 pesos cubanos. Después de eso, el plan extra más económico asciende a 3.360 CUP por 3 GB. En Cuba el salario mínimo establecido es de apenas 2.100 pesos mensuales.
Las redes sociales explotaron dentro y fuera de Cuba, y organizaciones comunistas como la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) y la Asociación Hermanos Saíz (AHS) protestaron tibiamente por la medida.
Este lunes, la presidenta de ETECSA, Tania Velázquez Rodríguez, informó que los estudiantes universitarios tendrían la posibilidad de adquirir un segundo paquete de datos móviles de 6 GB por 720 CUP.
"Como han hecho en otras ocasiones, el régimen cubano usó la técnica de anunciar unos precios excesivos al consumo de internet, para unos días después ofrecer una opción de precios intermedios, que igualmente siguen siendo excesivos, pero que hace a algunos creer que la situación es un poco menos grave que como la imaginó con el primer anuncio", apuntó en redes sociales el periodista e investigador José Raúl Gallego.
El primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, había anunciado la subida de precios de ETECSA a finales del año pasado con el objetivo de captar divisas en medio de la peor crisis que ha sufrido el país en décadas. Según el funcionario, los paquetes en dólares habían perdido popularidad y los precios en MN no podían "seguir ilimitados".
Tras el anuncio de ETECSA la activista por los derechos humanos Saily González Velázquez, residente en Washington, llamó a un "parón" total de las recargas a la isla.
"Voy a insistir hasta el cansancio: cada recarga que mandamos es un acto de complicidad con el encarecimiento de la vida en Cuba, de la comida, de las medicinas, de todo... Nosotros, los que estamos fuera, tenemos en nuestras manos parar el abuso", comentó en sus redes sociales.
Para González Velázquez, el anuncio del lunes lo que hace es poner a los estudiantes en una situación más difícil. "Les han ofrecido un privilegio que los convierte en cómplices de los que niegan derechos y reparten miseria. Insisto: en las manos de la diáspora está frenar el atropello".
La presidenta de ETECSA anunció en la televisión estatal que, además del segundo paquete para estudiantes, "se implementará el acceso gratuito a sitios educativos y de información a través de la red móvil, beneficiando actividades de salud pública y ciencia".
"Carnecito de la FEU mediante, reparten migajas de GB y paquetes para que vean cuán buenos somos y cuánto los escuchamos. Eso de los portales educativos es una bicoca. Siempre han sido casi gratis porque la navegación por el dominio .cu cuesta solo unos escasos megas", cuestionó la cubana Yanetsy Pino.
"Si les da resultado el tarifazo este, van a poner a todos de rodillas a pagar en dólares hasta la risa... El abuso ya está normalizado. La comunicación, como la salud y la electricidad, no son solo servicios, sino también derechos humanos. Y los derechos jamás deben mendigarse", agregó.
Luis Ernesto Zaldívar, un joven que vive en la barriada del Cerro, en La Habana, dijo al medio independiente Diario de Cuba que esta es "una medida totalmente política y de pura represión virtual. Esas justificaciones de dolarizar los servicios de ETECSA no tienen nada que ver con las deudas ni con la obsolescencia de sus tecnologías, sino con limitar, simple y llanamente, el acceso de los cubanos a la información real, y en tiempo real".
Para la investigadora Hilda Landrove "estamos en medio de un conflicto entre un Estado monopólico que impone un régimen de opresión y una sociedad que busca sobrevivir. El conflicto no puede resolverse dando por legítimo el andamiaje del sistema de opresión".
El aumento de las tarifas de ETECSA puso otro tema en el debate público: a quién va el dinero del monopolio de las comunicaciones. En 2011 salió a la luz que la empresa RAFIN S.A., controlada por el conglomerado de los militares cubanos (GAESA), compró el 27% de las acciones de ETECSA. El Banco Financiero Internacional, perteneciente a GAESA, también tenía acciones en la compañía en ese momento.
El arquitecto cubano Abel Tablada, hermano de la subdirectora general del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX), cuestionó al Parlamento sobre los ingresos del monopolio.
"¿Teniendo en cuenta que ese ingreso de divisas era, junto al sector turístico y al de servicios profesionales de los mayores en las arcas del Estado, se discutió en la ANC (Asamblea Nacional de Cuba) su destino? ¿Se discutió qué porciento aseguraba la sostenibilidad a largo plazo de la empresa y qué porciento debía destinarse a otros sectores con imposibilidad de recibir divisas?", preguntó.
"¿Cómo es posible que el mayor conglomerado de empresas del país no sea auditable?", agregó.
Para el humorista Ulises Toirac "el tema que explotó con lo que ha dado llamarse el tarifazo de ETECSA ha sido catalizador de opinión pública por varias razones que van desde el poder de las instituciones del Estado (ETECSA no es una empresa, es el estado vendiendo conectividad y comunicación) de violar leyes con absoluta impunidad, hasta la indefensión del ciudadano que no participa ni es informado ni se beneficia de ningún plan, estrategia o decisión con su economía y la de su país".
El acceso a internet en Cuba ha sido limitado, incluso con los precios antes del tarifazo. Cubanos se han quejado durante años por la inestabilidad del servicio, agravado con los prolongados apagones en todo el país.
El régimen, mientras se beneficia de las millonarias sumas que ingresa cada año a través de las recargas internacionales, controla el uso de internet y criminaliza las publicaciones en contra del Gobierno en redes sociales. El aumento de las tarifas golpea con más fuerza al sector más pobre de la sociedad que es, en definitiva, uno de los principales focos de las denuncias.
En declaraciones a Martí Noticias la psicóloga Yaima Díaz dijo que con los nuevos precios "el cubano se queda ciego, desinformado completamente en el mundo. Teníamos que pagar bastante dinero por muy mal servicio, pero al menos teníamos un nivel de acceso a información", apuntó.
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